Peñíscola

Peñíscola

La Comunidad Valenciana retiene dentro de sus límites una joya singular de nombre Peñíscola, bañada al este por el buen clima del mar Mediterráneo y emparentada al sur por la Sierra de Irta. En su extensión, Peñíscola abarca unos 79 kilómetros cuadrados, divididos entre el casco antiguo, sobrio y elegante, y un paisaje urbanístico cuya modernidad encaja a tono con sus playas cálidas de arena fina.

Naranjos, olivos y almendros son también cultivos abundantes en Peñíscola, apoyados por la atmósfera mediterránea que impera en la ciudad, y que invita además a recorrerla sin destinos, como quien espera dejarse sorprender, y lo consigue si se adentra de repente en el Castillo de Peñíscola. Declarada monumento Histórico-Artístico desde 1931, la construcción es una de las más solicitadas por los visitantes.

En efecto, el castillo ha sido objeto de deseo por parte de reyes y conquistadores desde tiempos remotos, pues su enclave privilegiado se alza sobre la ciudad y le permite adquirir una vista panorámica envidiable. El Parque de la Artillería, devenido hermoso jardín de olivos, lavandas y palmeras, o las escaleras del célebre Papa Luna, donde se cuenta perdió la vida el sumo Pontífice, son algunos de los pasajes que nos esperan en el interior de esta maravillosa fortaleza.

Le siguen en nuestra lista de lugares entrañables el Ermitorio de la Virgen de la Ermitana, venerada patrona de la ciudad, el faro de Peñíscola, construido en 1982 y cuyo contraste con el mar Mediterráneo provoca las fotografías del visitante a cada momento, o bien, las Casas de las conchas, con una fachada peculiar y digna de contemplar. Más adelante, podremos asistir a un concierto de olas de mar entre las rocas de El Bufador, o relajar la travesía visitando el siempre interesante Museo del Mar o la Casa del Ayer.

En cuanto a sus actividades culturales, Peñíscola da paso en los meses estivales al Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola, imperdible para los amantes de las tablas, y un poco antes, en junio, se celebra “Peñíscola Ciudad Papal” conmemorativo al arribo del Papa Luna a la ciudad. Finalmente, septiembre acoge un espacio para la música clásica y el prestigioso Festival Internacional de Jazz.